Adiós al amigo, al maestro Moisés García
Era una mañana de octubre de 1991 cuando le conocí en persona, antes ya lo había leído con frecuencia. En esos días me había quedado desempleado, el IFE había concluido el proceso electoral y era tiempo de buscar nuevos horizontes. Recuerdo que llovía fuerte, los chorros de agua caían fuerte sobre las banquetas de la avenida Zaragoza, la más transitada de la ciudad. Llegué a las oficinas del diario que en aquellos años era una especie de fortaleza. Ya había una cita pactada. En la dirección estaba aquel hombre que en el tiempo se convirtió en un maestro. Era Moisés García. Una conversación corta y los amarres para unas ‘pruebas’ y ver si me quedaba, cosa que superé y oficialmente inicié a trabajar el 15 de noviembre, de la década de los 90’s del siglo pasado. Frente a mi estaba una Redacción que se me hacía enorme, eran los inicios de la transformación, cuando se habían dejado las máquinas de escribir para dar paso a los computadoras. El paso de los años me permitieron conoc...