Lo que viene/ René Figueroa

Hoy le pregunté a la diputada Gloria Imelda Félix sobre algunas expresiones que van enfocadas en el sentido de que a las dirigencias de los cuadros internos del PRI a nivel local estaban llegando los ‘amigos de los amigos’. Son frases que he escuchado entre los cuadros de priistas, que, al estilo, hablan, pero no reclaman ni expresan sus críticas de manera libre. Por supuesto que la diputada dijo que difería de esa expresión, sin embargo los hechos hablan de lo contrario y dígame si los señalamientos no tienen lógica. El PRI local ha tenido su renovación interna y a sus cabezas han llegado cuadros que tienen en su hoja de vida a buenos padrinos, ya sea a sus padres o a influyentes militantes, por ejemplo en Vanguardia Juvenil Agrarista entraron Sergio Rivera y Kareli Rosales; uno es hijo de Sergio Rivera, quien estuvo al frente del sector popular y fue síndico procurador y la joven es descendiente de Alfredo Rosales, quien dirige al Comité Municipal Campesino número Ocho. ...

En años pasados una mujer que ha hecho cola en su partido el PRI, lanzó una frase que se me quedó grabada y tiene que ver con la forma de cómo el destino, suerte o designio   influye para que los astros se alineen y te caiga de golpe una bendición. Así, entre sorbo y sorbo de café en el mentidero de mayor relevancia en Guasave, aquella mujer que también se daba tiempo para cumplir con sus obligaciones religiosas y que en su parroquia le habían dado dos blocks de boletos para venta de boletos que servirían de ayuda para el seminario de la capital del estado, lanzó aquella expresión al momento de ver en el periódico al ganador de un auto: “¡Dios sí parpadea!”, dijo. Y es que el suertudo era uno de los hombres que manejaban algo de lana en Guasave y la fortuna de nueva cuenta le había sonreído. Ni modo, expresamos los de la mesa: Dinero, llama dinero. Viene toda esa reflexión porque me entero de que Blas Rubio Lara, el ex diputado local, ex legislador federal, ex alcalde...