Adiós a Pepe Menchaca
Recuerdo que en los primeros días de marzo del 2017, decidí renunciar al empleo en donde dejé la mitad de mi vida. Frente a mí no había una oferta concreta. Así que decidí tomar un descanso necesario, pues ya eran dos años sin vacaciones, pero un día de esos, durante la noche, recibí una llamada de parte del entonces diputado Pepe Menchaca. Era una oferta de trabajo. Una actividad nueva en mi entorno. Confieso que nunca imaginé esa posibilidad, pero pues había que reiniciar. Fueron pocos meses de relación laboral, pero suficiente para tener una buena amistad, pues luego surgió otra oferta que fue conversada con él antes de aceptarla. Recuerdo que conversábamos de su ‘proyecto principal’, que era concretar la candidatura a la presidencia municipal. Finalmente él fue candidato a diputado federal, pero su meta, al igual que el de la mayoría de aspirantes priistas, ‘topó’ con la ola lopezobradorista del 2018. Pero el sueño de Pepe –como le llaman sus amigos—no par...